domingo, 2 de junio de 2013

Estrés materno, riesgoso para el desarrollo psicofísico del bebé
Muchas mujeres mantienen un ritmo de vida acelerado durante el embarazo. Sin embargo,investigadores europeos alertan sobre la relación entre el estrés de las embarazas y la salud psicofísica del bebé.
Toda la evidencia científica actual sostiene que el medio interno intrauterino desempeña un importante papel en la salud de la descendencia. Y una cantidad creciente de investigaciones indican un vínculo entre el estrés prenatal y el impacto en el temperamento, y el desarrollo cognitivo y motor del niño, de acuerdo a "Influence of prenatal maternal stress, maternal plasma cortisol and cortisol in the amniotic fluid on birth outcomes and child temperament at 3 months", un nuevo trabajo publicado en la revista Psychoneuroendocrinology sobre el estrés prenatal materno y las consecuencias en los primeros meses de vida del niño.
 
Expertos de las universidades de Cardiff, en el Reino Unido, y de Free, Radboud y Leiden, en los Países Bajos, fueron los autores de este estudio prospectivo longitudinal sobre los efectos de niveles alterados de cortisol materno en el desarrollo de los niños. Participaron 158 embarazadas del Departamento de Obstetricia del Centro Médico Universitario de Utrecht (UMCU), en Holanda, que (entre enero de 1999 y agosto del 2000) fueron sometidas a amniocentesis en el segundo trimestre del embarazo. En estas mujeres se examinó las asociaciones entre las concentraciones plasmáticas de cortisol, índices de estrés y ansiedad maternal, el cortisol en el líquido amniótico, y el temperamento infantil a los 3 meses.

Este estudio apoya los resultados anteriores de dos investigaciones (Gitau, 1998; y Glover, 2009), donde se postulan que el funcionamiento del eje HPA (hipotalámico-hipofisario-adrenal) de la madre influye en la concentración de cortisol en el líquido amniótico. Y, además, hallaron que las variaciones relativamente pequeñas en los niveles de estrés endocrinos prenatales (en una muestra normal y saludable de las madres), están asociados con menor peso al nacer y temperamento más difícil (angustia y miedo) a los 3 meses de edad. 

Teniendo en cuenta el importante papel del aumento del cortisol materno en el proceso del desarrollo físico y emocional de la descendencia, los autores de este trabajo recomiendan que futuras investigaciones sigan profundizando sobre todos los posibles efectos perjudiciales del estrés materno sobre el desarrollo del bebé recién nacido y en la infancia.
 

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